sábado, 22 de marzo de 2014

La nueva era

Porque sí, porque sí, porque sí.
porque ya es tiempo de crecer hasta superar aquel temor que ronda alrededor.
porque ya es hora de soñar y pensar en campos, caballos
porque ya no estoy dispuesta a dar un paso atrás
porque no voy a permitir que tú lo des
porque de aquí hasta que la muerte -dada por ti o por mi- nos separe, amén.




Ya simplemente crecimos de la forma más estúpida, llena de terrores
pero crecimos.

domingo, 8 de septiembre de 2013


La autoestima  en el subsuelo    no es algo de que me sienta orgullosa.

Pero no tener grandes ojos u ojos de miel, a veces -siempre- duele.

______________________________________________________________________

Ni si quiera sé porque me importa tanto un par de orificios en el rostro que suelen iluminar este último.
No quiero seguir compitiendo, ya estoy por rendirme.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Mes para ronrronear

Cuando la vida da un vuelco a tu favor, siempre es para sospechar, o eso siempre creí.
Nunca puede ser todo tan bueno como parece, siempre desconfía un poco -dicen las buenas lenguas-.  Yo no quiero averiguar tanto, estoy (¿soy?) feliz y punto.
No quiero recordar mis temores y no quiero que ellos me recuerden a mí.
Bailaré al ritmo de las (tus) pecas hasta que ellas me lo permitan,
¿ por qué no creerles?
¿ por qué no creerme?
¿por qué no creernos?



                  Lo cierto es que no necesito que escribas cosas lindas para mí,
                                                                                                      
                                                                                                                    al menos no aún.

sábado, 18 de mayo de 2013
















 

 

La Malticidad es tanta... que nuestras vibraciones se complementan
















                    
 .

domingo, 12 de mayo de 2013

Re-vuelta

                                                                                pensando en el viaje a Caleta Chañaral


                                   Un sol precioso
                                   Carretera
                                   Desierto

Unas pecas que me llevaban quien sabe dónde
Nuestra compañía: el ronrroneo del motor y la mariposa quinceañera.
Y la afirmación de que no necesitaba nada más.