Porque sí, porque sí, porque sí.
porque ya es tiempo de crecer hasta superar aquel temor que ronda alrededor.
porque ya es hora de soñar y pensar en campos, caballos
porque ya no estoy dispuesta a dar un paso atrás
porque no voy a permitir que tú lo des
porque de aquí hasta que la muerte -dada por ti o por mi- nos separe, amén.
Ya simplemente crecimos de la forma más estúpida, llena de terrores
pero crecimos.
En harapos
El sueño se hace a mano y sin permiso
sábado, 22 de marzo de 2014
domingo, 8 de septiembre de 2013
La autoestima en el subsuelo no es algo de que me sienta orgullosa.
Pero no tener grandes ojos u ojos de miel, a veces -siempre- duele.
______________________________________________________________________
Ni si quiera sé porque me importa tanto un par de orificios en el rostro que suelen iluminar este último.
No quiero seguir compitiendo, ya estoy por rendirme.
miércoles, 28 de agosto de 2013
Mes para ronrronear
Cuando la vida da un vuelco a tu favor, siempre es para sospechar, o eso siempre creí.
Nunca puede ser todo tan bueno como parece, siempre desconfía un poco -dicen las buenas lenguas-. Yo no quiero averiguar tanto, estoy (¿soy?) feliz y punto.
No quiero recordar mis temores y no quiero que ellos me recuerden a mí.
Bailaré al ritmo de las (tus) pecas hasta que ellas me lo permitan,
¿ por qué no creerles?
¿ por qué no creerme?
¿por qué no creernos?
Lo cierto es que no necesito que escribas cosas lindas para mí,
al menos no aún.
Nunca puede ser todo tan bueno como parece, siempre desconfía un poco -dicen las buenas lenguas-. Yo no quiero averiguar tanto, estoy (¿soy?) feliz y punto.
No quiero recordar mis temores y no quiero que ellos me recuerden a mí.
Bailaré al ritmo de las (tus) pecas hasta que ellas me lo permitan,
¿ por qué no creerles?
¿ por qué no creerme?
¿por qué no creernos?
Lo cierto es que no necesito que escribas cosas lindas para mí,
al menos no aún.
domingo, 12 de mayo de 2013
Re-vuelta
pensando en el viaje a Caleta Chañaral
Un sol precioso
Carretera
Desierto
Unas pecas que me llevaban quien sabe dónde
Nuestra compañía: el ronrroneo del motor y la mariposa quinceañera.
Y la afirmación de que no necesitaba nada más.
Un sol precioso
Carretera
Desierto
Unas pecas que me llevaban quien sabe dónde
Nuestra compañía: el ronrroneo del motor y la mariposa quinceañera.
Y la afirmación de que no necesitaba nada más.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)